ODS 15 Vida de ecosistemas terrestres acciones sostenibles
Escrito por: Edgar Alberto Agudelo | Abril 10 de 2024
Alrededor del 31% de la superficie terrestre del planeta está cubierta por bosques, los cuales albergan más del 80% de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos. Los ecosistemas terrestres juegan un papel vital en el sustento de la vida humana, pues contribuyen a más de la mitad del PIB mundial, además de tener un impacto en diversos valores culturales y económicos.
¿De qué se trata el objetivo de desarrollo sostenible 15?
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15 se trata de restaurar, proteger y fomentar el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, manejar los bosques de manera sostenible, combatir la desertificación, detener e invertir la degradación de tierras y frenar la pérdida de biodiversidad.
Vamos a explorar la relevancia de los ecosistemas terrestres y estrategias para su cuidado. Siguiendo las metas e indicadores establecidos en el ODS 15, se busca unir esfuerzos de diferentes actores para protegerlos y fomentar un futuro sostenible. Es esencial implementar este Objetivo de Desarrollo Sostenible para asegurar la vida en la Tierra, reconocer la importancia de preservar y restaurar estos entornos naturales, promover una gestión sostenible del suelo y detener la pérdida de biodiversidad.
¿Qué son los ecosistemas terrestres?
Los ecosistemas terrestres abarcan una amplia variedad de hábitats, desde las frías regiones polares hasta los abrasadores desiertos tropicales, así como los diferentes bosques del trópico. Se diferencia de los ecosistemas marinos de agua dulce o salada.
Dentro de un ecosistema terrestre se encuentran seres vivos, como plantas y animales, estos conforman la parte biótica del hábitat. También existe la parte abiótica que incluye elementos no vivos del entorno, como las rocas, el clima y otros elementos. Los ecosistemas terrestres incluyen recursos forestales, montañas, minerales, la tierra misma y su biodiversidad.
El tipo de ecosistema terrestre presente en cierta ubicación específica está determinado por la temperatura, la cantidad promedio de lluvia que recibe, el tipo de suelo y la cantidad de luz que tiene.
Existen diferentes tipos de ecosistemas terrestres:
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Bosques o selvas
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Montañas
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Praderas o sabanas
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Tundras o páramos
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Desiertos
Por qué son imprescindibles los ecosistemas terrestres
Estos entornos albergan una amplia diversidad de seres vivos, que van desde plantas y animales hasta microorganismos. Desempeñan funciones cruciales para el medio ambiente, como el control del clima, la depuración del agua y la prevención de la erosión del suelo. Asimismo, son proveedores de alimentos, medicinas y recursos naturales que cubren nuestras necesidades cotidianas.
Los ecosistemas terrestres también desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático, ya que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera. Sin embargo, estos entornos están bajo una creciente presión debido a diversas amenazas como la transformación de los recursos naturales en sistemas productivos como la ganadería o la agricultura, el crecimiento demográfico, el crecimiento de la infraestructura vial, los incendios forestales, la contaminación, el consumo irresponsable, entre otras, ponen en peligro su supervivencia y la vida que albergan.
Estrategias organizacionales para cuidar la vida de los ecosistemas terrestres
El cambio climático, la deforestación, el debilitamiento del suelo, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales son algunos de los principales desafíos a los que se enfrentan los ecosistemas terrestres. Ante estos retos que ponen en riesgo la vida de los ecosistemas, las organizaciones pueden llevar a cabo, por ejemplo, una gestión forestal con enfoque en la sostenibilidad, lo cual apoya la productividad mientras que evita el uso destructivo de los recursos forestales.
Modelos como la “silvicultura cercana a lo natural” o “bosques plantados de nueva generación”, son muestra de propuestas que cuidan la vida de los ecosistemas terrestres y promueven el uso sostenible de los recursos.
Otras estrategias pueden ser la bioeconomía que, además de proteger el ambiente, promueve el crecimiento económico y el desarrollo social. Esta opción fomenta nuevas formas de organizar las cadenas de valor promoviendo la economía circular. Además ayuda a reducir la dependencia a combustibles fósiles e incentiva la producción sostenible de los recursos en todos los sectores económicos. El conocimiento científico y tecnológico es clave en la aplicación de estas estrategias.
Objetivo de Desarrollo Sostenible 15, metas e indicadores
La meta principal del ODS 15 es proteger, revitalizar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener la pérdida de la biodiversidad. Para evaluar el progreso hacia estos objetivos, se han puesto en marcha una serie de indicadores, como la superficie forestal, la proporción de tierras degradadas y la tasa de extinción de especies.
Estos indicadores nos permiten evaluar el impacto de nuestras acciones y tomar medidas correctivas cuando sea necesario. Además, el ODS 15 también busca promover la conservación de la biodiversidad y el acceso equitativo a los beneficios derivados de los recursos genéticos, dos de los tres objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Estas metas e indicadores son fundamentales para guiar nuestros esfuerzos hacia la protección de los entornos naturales terrestres.
Esfuerzos para conservar los ecosistemas terrestres
Afortunadamente, existen numerosos esfuerzos en marcha para conservar y proteger la vida en la Tierra. Uno de los enfoques clave es la promoción de la agricultura sostenible, que busca minimizar el impacto ambiental de la producción de alimentos y preservar la fertilidad del suelo. Esto incluye prácticas como la agricultura orgánica, la agroecología y la rotación de cultivos, que ayudan a mantener la salud de los suelos y la biodiversidad en las áreas agrícolas.
La conservación y restauración de los bosques también juegan un papel crucial en la protección de los ecosistemas terrestres. La deforestación es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y emisiones de carbono, por lo que los esfuerzos para frenarla y revertirla son esenciales. Esto incluye la creación de áreas protegidas, la promoción de prácticas forestales sostenibles y la restauración de bosques degradados.
La biodiversidad en los ecosistemas terrestres es otro aspecto clave de la protección de estos entornos. Esto implica la identificación y conservación de especies en peligro de extinción, la protección de hábitats críticos y la promoción de prácticas que minimicen el impacto humano en la vida silvestre. La conservación de la biodiversidad es esencial para mantener el equilibrio de los entornos terrestres y preservar la vida que depende de ellos.
Trabajando hacia un futuro sostenible
La protección de los ecosistemas terrestres es fundamental para garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta y las especies que lo habitan. Estos proporcionan una serie de servicios vitales y son el hogar de una gran diversidad de vida. Sin embargo, enfrentan numerosas amenazas, como el cambio climático, la deforestación y la degradación del suelo.
El ODS 15 busca proteger y restaurar los ecosistemas terrestres, promoviendo su uso sostenible y gestionando de manera sostenible los bosques y las tierras. Para lograr estos objetivos, es crucial promover la conservación de la biodiversidad, implementar prácticas agrícolas sostenibles, restaurar los bosques y promover la gestión sostenible de la tierra.
Todos tenemos un papel que desempeñar en la protección de la vida terrestre. Pequeñas acciones individuales pueden marcar una gran diferencia, y al educar y promover cambios positivos en nuestra comunidad, podemos contribuir a la protección de estos valiosos entornos.
