Empaque y embalaje en productos para exportación
2025-01-01T00:00:00

Empaque y embalaje en productos para exportación

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Escrito por: María José Durán | Enero 1 de 2025

El comercio internacional es una de las actividades más dinámicas de la economía global, y dentro de este proceso, el empaque y embalaje desempeñan un papel crucial en la preservación y presentación de los productos dispuestos para la exportación. Estos dos elementos cumplen la función de proteger los bienes durante su transporte y almacenamiento, a la vez que permite que se cumplan funciones estéticas, informativas y de cumplimiento normativo, esenciales para garantizar su aceptación en los mercados internacionales.

A lo largo de este artículo, explicaré las consideraciones más relevantes que se tienen que tener en cuenta a la hora de hacer llegar los productos a los mercados internacionales en cuanto a empaque y embalaje, haciendo especial hincapié en los productos agrícolas y de floricultura, específicamente los de mayor exportación en el sector como lo son el café, las flores y el banano, en el caso de Colombia.

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Importancia del empaque y embalaje en los productos de exportación

En el contexto de las exportaciones, el empaque y el embalaje son mucho más que envolturas: son herramientas estratégicas. Cabe resaltar que empaque y embalaje se refieren a dos términos diferentes, que, si bien pueden parecer similares y las personas se suelen referir a ellos indistintamente, es importante conocer qué los diferencia, ya que los dos son clave para asegurar la adecuada protección de nuestros productos, entre otras cosas.

De esta manera, el empaque, definido como la envoltura inmediata que contiene el producto -o en ocasiones el envase del producto- es fundamental para su presentación, conservación y protección. Por su parte, el embalaje -o empaque terciario- incluye las estructuras externas: cajas o contenedores, diseñadas para facilitar el manejo, transporte y almacenamiento del producto en grandes volúmenes. Así, el empaque es aquel contenedor en el que está incluido el producto y que tiene contacto directo con él o con su envase, mientras que el embalaje es la estructura más grande que contiene varios empaques.

La importancia de estos dos componentes radica en su capacidad para proteger el producto contra daños físicos, climáticos y biológicos durante su traslado. Por ejemplo, un empaque mal diseñado podría dejar el producto expuesto a contaminantes, mientras que un embalaje deficiente podría provocar deformaciones o pérdidas económicas considerables.

Además, el empaque y embalaje son una extensión de la marca. Un diseño atractivo y funcional puede captar la atención de los consumidores internacionales, mientras que un empaque que destaque el cumplimiento de normas y certificaciones genera confianza en el mercado. Por último, estos elementos también pueden ser una oportunidad de contribuir con la sostenibilidad empresarial, ya que cada vez más consumidores y reguladores exigen materiales reciclables para la elaboración de los empaques y el embalaje de los productos.

Características generales que deben cumplir el empaque y embalaje para la exportación

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Los productos destinados a la exportación requieren empaques y embalajes que cumplan con criterios específicos de funcionalidad, durabilidad y diseño. De esta forma, algunas de las características más importantes que estos deben de reunir son:

Protección adecuada: El empaque y embalaje tienen como propósito principal, entre otras cosas, asegurar que los productos lleguen al destino final en condiciones adecuadas. Esto quiere decir que ambos deben de garantizar la protección de los artículos ante posibles golpes, cambios de temperatura, humedad y otros factores ambientales que podrían afectar su calidad.

Para ello, el empaque debe asegurar la integridad del producto, manteniendo sus propiedades físicas, químicas y organolépticas (en el caso de alimentos) durante todo el trayecto. El embalaje, a su vez, debe ser resistente a impactos, vibraciones y condiciones climáticas extremas. Para lograr esto, los materiales de empaque y embalaje deben ser resistentes y adecuados para el tipo de producto que contienen.

Eficiencia logística: El diseño debe optimizar el espacio en los medios de transporte y facilitar el manejo de las mercancías. Existen herramientas innovadoras como la que manejamos en Smurfit Westrock, llamada Volum3tric, la cual tiene como objetivo optimizar la cadena de suministro sugiriendo ciertas modificaciones, casi imperceptibles, que se pueden realizar a las dimensiones del empaque primario, manteniendo su capacidad volumétrica para así reducir costos de materiales y disminuir las emisiones de CO2 al optimizar la organización del espacio durante el transporte, requiriendo entonces menos viajes para una cantidad igual o mayor de productos.

Materiales adecuados: Los materiales utilizados deben ser resistentes y cumplir con las normativas de los mercados de destino. En productos agrícolas que son delicados, como frutas y verduras blandas, pueden requerir materiales acolchados o cajas con divisiones internas para prevenir daños por golpes y abolladuras durante el transporte.

A su vez, este tipo de productos suelen necesitar una ventilación apropiada para poder conservarse. En ese caso, el cartón corrugado es un aliado, ya que se trata de un material versátil que puede adaptarse a las necesidades de diversos productos, permitiendo que se le hagan agujeros en los laterales de las cajas que permitan la circulación de aire.

Información clara y precisa: El empaque debe incluir etiquetas en el idioma del mercado destino con detalles como país de origen, fecha de envasado, peso neto, ingredientes, fecha de vencimiento, instrucciones de uso, precauciones, etc., según claro está, el tipo de producto. Por su parte, el embalaje externo debe incluir señalamientos visibles, como las instrucciones de manejo (frágil, este lado arriba) y los datos del exportador y destinatario. Todo esto facilita los procesos de distribución y comercialización en el mercado final.

Cumplimiento de estándares ambientales: Cada vez más mercados imponen regulaciones que exigen el uso de empaques reciclables o fabricados con materiales reutilizables, promoviendo prácticas sostenibles. Es por esto que es importante considerar para nuestros empaques y embalajes, normativas que cumplan estándares internacionales, de las cuales hablaré más adelante. 

Adaptabilidad a la cadena de frío: Para productos perecederos, como alimentos, es esencial que el empaque y embalaje soporten condiciones específicas de temperatura durante todo el trayecto.

Criterios de cumplimiento de normativas internacionales para exportación

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El comercio global exige que los productos cumplan con normativas internacionales de empaque y embalaje, diseñadas para garantizar la calidad, seguridad y sostenibilidad. Estas normativas varían según el tipo de producto y el país de destino, pero a continuación enlisto algunos de los estándares más relevantes:

  1. Normas de la Organización Internacional de Normalización (ISO): La ISO establece estándares globales para la resistencia, la funcionalidad y la seguridad del empaque y embalaje. La norma ISO 11607, por ejemplo, regula el empaque para dispositivos médicos, mientras que la ISO 18600 establece lineamientos sobre empaques sostenibles.
  2. Edge Crush Test (ECT): Es un método estandarizado que mide, a través de un test de laboratorio, la resistencia frente al peso máximo que puede soportar un empaque fabricado en papel corrugado sin deformarse. Que un empaque cuente con la aprobación de esta prueba asegura que el cartón con el que fue elaborado y que contiene los productos empacados tuvo un control de calidad que garantiza mantener la integridad de los mismos.
  3. Reglamentos fitosanitarios: En el caso de productos agrícolas y alimentos, los empaques y embalajes deben cumplir con regulaciones como el tratado de Medidas Fitosanitarias de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF). Esto incluye, por ejemplo, el uso de madera tratada térmicamente para evitar la propagación de plagas.
  4. Certificaciones de sostenibilidad: Certificaciones como FSC® (Forest Stewardship Council) para productos maderables garantizan que los materiales de empaque y embalaje provienen de fuentes sostenibles, requisito cada vez más común en mercados europeos y norteamericanos.
  5. Reglamentos de la Unión Europea: Los productos destinados a Europa deben cumplir con regulaciones estrictas, como la Directiva de Empaques y Residuos de Empaques (94/62/CE), que promueve la minimización de residuos y el uso de materiales reciclables.
  6. Normas de etiquetado: La correcta identificación de los productos es fundamental para el comercio internacional. Normas como el Código de Barras GS1 y las directrices de etiquetado de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) facilitan la trazabilidad y el control aduanero.

Empaque y embalaje de productos agrícolas dispuestos para la exportación

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Al tratarse particularmente de productos agrícolas, el empaque y el embalaje son nuestros mejores aliados para asegurar que la frescura y calidad de los alimentos se conserven durante el transporte y posterior almacenamiento que tienen estos, cumpliendo a su vez con la reglamentación de seguridad alimentaria y apoyando a las normativas fitosanitarias dispuestas para cada uno de los productos, evitando así rechazos en aduanas. 

Tanto si se trata de productos del sector agroalimentario, como del sector floricultor, que también es un producto líder en exportación en Colombia y otros países de América Latina, este tipo de mercancia suele ser delicada, por lo que se debe pensar en la protección de la misma como una de las consideraciones más importantes para reducir así las pérdidas por daños físicos. Dentro de los productos líderes en la exportación, como el café, el banano, la piña y las flores, hay distintos aspectos clave que hay que tener en cuenta para asegurar una exportación exitosa. Detallaré los principales a continuación.

Empaque y embalaje del café para exportación

Es importante considerar la variable del empaque y el embalaje en el café desde que este se encuentra en bodega y durante su posterior transporte y exportación, para que así se reduzcan al máximo los riesgos de que se altere su calidad y afecte su sabor y aroma. Para ello, es necesario pensar en empaques y embalajes que mantengan el nivel de humedad, la temperatura y los niveles de oxígeno estables y considerablemente bajos.

Por ello, hay que priorizar para el empaque primario las bolsas de prolipropileno laminado, bolsas fabricadas en papel kraft, o materiales con barrera para preservar el aroma y frescura. Asimismo, las bolsas deben contar con válvulas unidireccionales para que puedan liberar gases y evitar la oxidación. Es importante que las tintas del empaque sean tintas naturales para que así no afecten el contenido.

En cuanto al embalaje secundario, si bien los sacos de yute suelen ser más económicos, estos no garantizan proteger el producto de la humedad y el oxígeno; alternativamente, las bolsas grandes conocidas como “big bags” de polipropileno son resistentes a la humedad y cumplen con regulaciones fitosanitarias como la certificación ISPM-15. En el mercado se consiguen bolsas de este tipo con una capacidad para soportar entre 1000 a 1300 kilos. 

Empaque y embalaje del banano para exportación

Para la exportación del banano, desarrollo a continuación las precisiones a tener en cuenta cuando se trata del fruto fresco, mas no el producto en su estado procesado. Para ser llevado al mercado de exportación, se usan cajas rígidas de cartón corrugado con perforaciones que permitan el intercambio de aire; y también los empaques con envolturas de polietileno microperforadas que favorecen el tiempo de vida del producto.

Es importante que a la hora de agrupar los productos, se empaquen respetando la homogeneidad, es decir que todos pertenezcan a la misma variedad, compartan el mismo grado de madurez y calidad, reduciendo así las posibilidades de deterioro. 

Al tratarse de una fruta climatérica, es decir, frutas que tienen una respiración muy rápida y por lo tanto, un promedio de vida útil corto ya que siguen madurándose después de ser recolectados, hay que procurar alargar este periodo de tiempo lo mayor posible. Para ello, es esencial garantizar las condiciones de humedad relativa y temperatura. Con el banano, la humedad relativa corresponde al 85-95% disminuyendo así la transpiración y pérdida de agua del producto (SENA et al, 2004). En cuanto a la temperatura, esta debe estar entre los 13 y los 15°C.

Empaque y embalaje de la piña para exportación

De acuerdo con los criterios de la Guía de Exportación de Procolombia establecidos para la piña tropical, este fruto tropical no requiere de envase, ni empaque primario, ya que la naturaleza dura de la piña la protege como empaque natural. En cuanto al embalaje, se recomienda el uso de cajas de cartón cuyas medidas se ajusten a la norma ISO 3394 y/o NTC 5422: 60 cm de largo por 40 cm de ancho.

Para favorecer el reciclaje de las cajas, estas no deben llevar grapas, ganchos o clavos  y para que tengan una buena resistencia a la humedad y a la temperatura, en el interior deben estar recubiertas con materiales que les permitan soportar estas dos condiciones.

Para el etiquetado, este debe ir en el idioma del país de destino e incluir, como mínimo, información que indique el país de origen, la fecha de producción, el lugar de producción, el nombre o código de huerto, el nombre o código de las instalaciones de embalaje, la naturaleza del producto que incluye su peso neto, el nombre y dirección del exportador o comercializador y las especificaciones comerciales. Esta etiqueta debe estar impresa con tintas de origen orgánico de acuerdo a las Normas NTC-ISO 14021.

Empaque y embalaje de flores para exportación

Para el empaque y embalaje de flores como rosas u otras especies de gran producción en el país (Colombia), se utilizan materiales como envolturas de papel kraft o celofán para agrupar los ramos en el empaque primario, mientras que en el secundario se hace uso de cajas de cartón corrugado con compartimentos internos que evitan el movimiento.

Estas cajas deben garantizar la ventilación necesaria y ser resistentes a bajas temperaturas, pues la cadena de frío que debe de asegurarse es de 0-2°C (desde el momento de la cosecha hasta la entrega final en el país de destino). 

Por otra parte, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) es el encargado de velar por la sanidad fitosanitaria de las flores que se exportan para que estas cumplan con los protocolos necesarios que garantizan que la flor salga sin plagas que pueda afectar a un país de destino.

Por último, algunos países en Europa exigen que sean usados materiales sostenibles para los embalajes de estos productos de modo que faciliten su posterior reciclaje y que su etiquetado incorpore tintas orgánicas.

Sin duda, el mercado al que nos enfrentamos hoy en día se encuentra cada vez más globalizado y exige que la sostenibilidad y la eficiencia sean priorizadas, por lo que invertir en empaques y embalajes innovadores, sostenibles y funcionales es clave para competir en el panorama internacional. Al cumplir con estándares de calidad y sostenibilidad, las empresas y organizaciones no solo fortalecen su reputación, sino que también contribuyen al desarrollo de un comercio más responsable y consciente.

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