ODS 12 producción y consumo sostenible
Escrito por: Luis Fernando Rodríguez | Julio 24 de 2024
El ODS 12, es una acción global enfocada en el consumo y la producción responsables y se ha convertido en una prioridad esencial. Conocerás con detalle ¿de qué trata el objetivo de desarrollo sostenible 12? y ¿qué es el consumo y la producción responsable? proporcionando una comprensión clara y accesible de estos conceptos fundamentales.
Comprender el consumo y la producción responsables es importante para afrontar los desafíos ambientales y económicos actuales. Promover estas prácticas contribuyen en la conservación de los recursos naturales y también fomenta un desarrollo más equitativo y justo.
¿De qué trata el objetivo de desarrollo sostenible 12?
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 se centra en garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Este objetivo busca promover prácticas que reduzcan el desperdicio y optimicen el uso de los recursos naturales, minimizando los impactos negativos en el medio ambiente.
Se enfoca en mejorar la eficiencia y sostenibilidad en la producción y el consumo de bienes y servicios a lo largo de su ciclo de vida, fomentando la adopción de la economía circular.
Otros de sus objetivos son promover la educación y la sensibilización sobre el consumo responsable, alentando a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a tomar medidas que contribuyan a un desarrollo económico y social equilibrado y sostenible.
¿Qué es el consumo y la producción responsable?
El consumo y la producción responsables se refieren a prácticas que buscan minimizar el impacto ambiental y maximizar el uso eficiente de los recursos a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos (extracción de materias primas hasta su disposición final).
Es crucial distinguir entre materias primas provenientes de fuentes renovables y no renovables. Las materias primas renovables, como la madera, el algodón y la energía solar, se regeneran rápidamente y son más sostenibles a largo plazo. Por otro lado, las materias primas no renovables, como los minerales y los combustibles fósiles, son limitadas y su extracción genera un mayor impacto ambiental.
Las prácticas de materias primas renovables, disminuyen las emisiones contaminantes y promueven el reciclaje y la reutilización.
El consumo responsable implica que los consumidores tomen decisiones informadas y conscientes sobre los productos que compran, considerando factores como la sostenibilidad, la ética de producción y la durabilidad de los bienes.
En el ámbito de la producción, se enfatiza la implementación de procesos más limpios y eficientes, el diseño de productos sostenibles y la adopción de modelos de negocio que aporten a la economía circular.
En conjunto, el consumo y la producción responsables son fundamentales para avanzar hacia un desarrollo sostenible que equilibre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social.
Importancia del consumo y producción sostenibles
Esta área es esencial para superar los desafíos ambientales y económicos que enfrenta nuestro planeta. Al realizar prácticas sostenibles, se pueden reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales.
Estas acciones ayudan a mitigar el cambio climático, y además de proteger la biodiversidad de los ecosistemas, asegurando un entorno saludable y con recursos suficientes.
Otras de sus importancias son los beneficios económicos y sociales. Al implementar tecnologías limpias y la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos, se pueden generar ahorros significativos para las organizaciones. Estas prácticas fomentan la creación de empleos verdes y promueven el desarrollo de comunidades más prósperas y generando la creación de valor compartido junto a las compañías.
Razones para promover el consumo responsable
El consumo responsable se ha convertido en una necesidad imperante en nuestra sociedad. Este enfoque implica tomar decisiones de compra conscientes, considerando tanto el impacto ambiental como social de nuestros actos.
Promover el consumo responsable es crucial por varias razones:
- Reducción del desperdicio y preservación de recursos naturales:
- Optar por productos duraderos, reciclables y de origen sostenible disminuye la demanda de bienes desechables.
- Fomenta una economía circular que maximiza el uso eficiente de los materiales y minimiza el impacto ambiental.
- Impacto positivo en la salud y el bienestar social:
- Elegir productos locales, orgánicos y de comercio justo apoya a los pequeños productores y fortalece la economía local.
- Garantiza que los productos consumidos sean más saludables y se produzcan bajo condiciones laborales justas.
- Incentivo para prácticas organizacionales sostenibles y éticas:
- Al demandar productos sostenibles, se motiva a las organizaciones a adoptar métodos de producción más responsables con el medio ambiente.
- Promueve un cambio positivo a lo largo de toda la cadena de suministro.
- Construcción de una sociedad más equitativa y sostenible:
- El consumo responsable protege el medio ambiente, contribuyendo en la creación de comunidades con hábitos más sostenibles.
- Fomenta un desarrollo económico que equilibra el bienestar social y la conservación ambiental.
Ejemplo de consumo responsable
A continuación, se presentan varios ejemplos de prácticas de consumo responsable que los individuos pueden adoptar en su día a día para promover la sostenibilidad:
- Compra de productos locales: optar por alimentos y productos producidos localmente reduce la huella de carbono asociada con el transporte y apoya a los productores de la comunidad.
- Uso de bolsas reutilizables, reciclables y biodegradables: llevar estos tipos de bolsas al hacer compras minimiza la generación de residuos no renovables. Una de las bolsas que entrarían en esta categoría serían las bolsas de papel como un material resistente, versátil y beneficioso para la economía circular ya que este es un residuo que sirve como materia prima para otro proceso.
- Compra de productos de segunda mano: adquirir artículos de segunda mano, como ropa, muebles o dispositivos electrónicos, prolonga su vida útil y reduce la demanda de recursos naturales para la producción de nuevos productos.
- Uso eficiente del agua y la energía: adoptar hábitos que reduzcan el consumo de agua y energía, cómo reparar fugas, apagar luces innecesarias y utilizar electrodomésticos eficientes, contribuye a la conservación de recursos y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Reciclaje y compostaje: separar los residuos para reciclar materiales como papel, vidrio y plástico, así como compostar residuos orgánicos, evita que terminen en vertederos y promueve la reutilización de recursos.
Diferencia entre consumo responsable y consumismo
La diferencia fundamental entre el consumo responsable y el consumismo radica en su enfoque y efectos. El consumo responsable implica tomar decisiones de compra conscientes, considerando el impacto ambiental y social, priorizando la calidad sobre la cantidad y promoviendo el uso eficiente de recursos.
Por otro lado, el consumismo se caracteriza por un comportamiento impulsivo y desmedido hacia la adquisición de bienes, sin considerar su verdadera necesidad ni su impacto en el medio ambiente y la sociedad, lo que puede llevar al agotamiento de recursos, la generación excesiva de residuos y la insatisfacción personal a largo plazo.
Las organizaciones cada vez promueven más el consumo y la producción sostenible
Las organizaciones están priorizando cada vez más el consumo y la producción sostenible como parte integral de sus operaciones. Este enfoque refleja una respuesta a la creciente conciencia sobre los desafíos ambientales y sociales.
Elegir cuidadosamente los proveedores hasta el diseño de productos para asegurar que sean fabricados de manera sostenible, la sostenibilidad se ha convertido en un criterio fundamental en la toma de decisiones organizacionales.
Smurfit Westrock está liderando este cambio. Con un enfoque centrado en la innovación y la responsabilidad ambiental, nos enorgullece ser un ejemplo de cómo las organizaciones pueden integrar prácticas sostenibles en su modelo de negocio.
Implementando tecnologías ecoeficientes hasta la adopción de materiales reciclables, esto demuestra un compromiso firme con la reducción de su huella ambiental. Esta estrategia beneficia al medio ambiente e impulsa la eficiencia operativa y fortalece la reputación de la organización como un actor consciente en el mercado global.
También, las organizaciones están invirtiendo en procesos de producción más limpios y eficientes, utilizando energías renovables y optimizando el uso de recursos naturales. Estas iniciativas reducen el impacto ambiental generando ahorros a largo plazo que promueven la economía circular.
El compromiso con la producción sostenible se refleja en cada etapa de la cadena de suministro, desde la obtención de materias primas hasta la fabricación y distribución de productos, asegurando que cada paso sea coherente con los principios de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.