Smurfit Westrock es un reciclador líder de papel y cartón y reprocesa más de 15 millones de toneladas cada año. Nuestro modelo de negocio circular significa que fabricamos embalajes nuevos a partir de los viejos.
¿Cómo se recicla el cartón?
Reciclar papel y cartón ya forma parte de nuestra rutina diaria, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se recicla el cartón?
En Smurfit Westrock, nuestro modelo de negocio circular significa que vemos el cartón usado como materia prima. En pocas palabras, ¡hacemos embalajes nuevos a partir de los viejos!
Sigue paso a paso el recorrido del reciclaje de papel y cartón en nuestras operaciones en Townsend Hook, Reino Unido, que es una de nuestras 62 fábricas de papel en todo el mundo. Esta planta funciona sin parar, las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año, lo que garantiza que el proceso de reciclaje se desarrolle de manera eficiente y sostenible
¿Cómo se recicla el cartón paso a paso?
Paso 1: recogida y clasificación
Una vez recogido el material reciclado, el primer paso es separar los diferentes materiales en un depósito de reciclaje. El equipo del depósito comienza eliminando manualmente cualquier contaminante de los materiales recogidos. Objetos como plásticos, poliestireno, papel mojado e incluso elementos inesperados como pañales se retiran meticulosamente. Estos contaminantes deben eliminarse para evitar que toda la carga de cartón y papel sea rechazada, lo que tendría repercusiones tanto económicas como medioambientales.
Paso 2: Comprimir en fardos
Una vez eliminados los contaminantes, el papel y el cartón restantes se clasifican y se comprimen en grandes balas. Cada bala de papel comprimido pesa aproximadamente 800 kilogramos, lo que es comparable a un coche pequeño, como un Fiat 500 o un Mini Cooper. Luego, estas balas se transportan a la fábrica de papel, donde se transformarán en bobinas de papel reciclado.
Paso 3: Reducir a pulpa de papel
En la fábrica de papel, las balas se mezclan con agua en una pulper, que actúa como una licuadora de alimentos gigante. Este proceso separa las fibras, lo que permite eliminar contaminantes como grapas, plástico y tinta.
Las fibras de papel y cartón se pueden reciclar y reutilizar en el circuito de producción 25 veces sin pérdida de integridad. Mantener estas fibras recicladas en el circuito de producción contribuye a la circularidad de la industria del embalaje de cartón. Para reciclar las fibras que se debilitan demasiado, se exprime el agua y el producto sólido se utiliza para compostaje. Esto significa que prácticamente todo el papel y cartón que llega a nuestras fábricas de papel se recicla de una forma u otra.
Paso 4: Prensado y secado
Luego, la mezcla de papel utilizable se rocía sobre grandes hojas de tela y se pasa por una prensa, que exprime más agua para lograr el espesor adecuado para fabricar cajas de cartón. Después del prensado, las hojas deben secarse más. Esto se hace en enormes hornos, conocidos como secadores, donde la temperatura alcanza los sofocantes 105 grados centígrados. El calor seca las hojas húmedas hasta obtener el producto final y en esta etapa se agrega almidón para fortalecer el papel.
Paso 5: Creación de las bobinas de papel
Una vez seco, el papel se enrolla en enormes bobinas, cada una de las cuales pesa alrededor de 35 toneladas, ¡el equivalente a seis elefantes adultos! Luego, estas bobinas se cortan en trozos más pequeños, listos para distribuirse en nuestras plantas de embalaje, donde se utilizan para producir cartón corrugado y otros productos en base papel.
Paso 6: Convertir nuevamente en cartón
En la planta de embalaje, las bobinas de papel se introducen en una onduladora, una máquina que crea cartón ondulado uniendo capas de papel. Normalmente, esto implica adherir una capa ondulada y estriada entre dos láminas exteriores planas, formando un material resistente y aislante. Dependiendo de la resistencia deseada, la onduladora puede producir cartón ondulado de pared simple, doble o triple combinando tres, cinco o siete capas de papel.
Una vez formado el cartón ondulado, se corta y dobla según una plantilla prediseñada que incluye dimensiones específicas, áreas troqueladas y líneas de plegado. Cualquier información necesaria sobre la marca o el producto está impresa en las hojas. Finalmente, las láminas empaquetadas en planos se transportan a una fábrica, donde se ensamblan en cajas u otros productos de embalaje.
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